A día de hoy, probablemente ya hayas escuchado o leído a cerca del aceite de ricino, que es uno de los tratamientos naturales más eficaces que existen, sobretodo para tratar problemas de cabello y de piel.
Este aceite es una fuente de proteínas, minerales y vitamina E, además tiene propiedades antibióticas y antibacterianas. Debido a sus altos niveles de ácidos grasos omega-9, nutre los folículos y el cabello y estimula el crecimiento de las pestañas, el cabello y las cejas.
Por otra parte, este aceite milagroso es muy rico en triglicéridos, por lo que es un potente rejuvenecedor. También se sabe que el ácido ricinoleico previene y trata los hongos, los microbios, las infecciones y el moho.
Este aceite tiene además fuertes propiedades anti-inflamatorias que ayudan a la digestión y a prevenir la inflamación del intestino.
Por todo esto, podemos afirmar que el aceite de ricino fortalece el cabello, las cejas y las pestañas, principalmente debido a su contenido en ácidos grasos omega-9.
Para estimular el crecimiento de tu cabello solo tendrás que frotar varias gotas de este aceite en el cuero cabelludo, de esta manera será más fácil que entre en los poros y los folículos.
Según el Dr. David Williams, este aceite también puede ayudar al flujo linfático:
“No hay fármaco que pueda mejorar el flujo linfático, pero la aplicación tópica del aceite de ricino puede lograrlo”.
Pero estos no son los únicos beneficios que este aceite tiene para tu organismo, también:
- Alivia los dolores de cabeza
- Trata infecciones de la piel
- Previene el acné, espinillas y problemas de la piel
- Alivia las quemaduras solares
- Trata problemas gastrointestinales
- Alivia los problemas menstruales, ya que relaja los músculos y evita los calambres menstruales
- Previene y elimina la caspa, ya que evita las infecciones microbianas del cuero cabelludo gracias a las potentes propiedades fungicidas, germicidas e insecticidas.
Descubre cómo usar el aceite de ricino y todos sus beneficios:
1ª opción.
Este remedio es extremadamente útil para tratar problemas digestivos, el síndrome de intestino irritable, los calambres menstruales, los problemas renales, los fibromas, la hinchazón de las articulaciones y las úlceras de ovarios.
Modo de preparación
Vierte un poco de aceite de ricino en una gasa y aplícala sobre la zona afectada (vientre, articulación, estómago…). Para mejorar los efectos, coloca una botella de agua caliente sobre la gasa para calentarla y déjalo actuar durante una hora. Repite este procedimiento tres veces por semana para tratar el problema.
2ª opción
Este remedio acelera significativamente el crecimiento de las pestañas y las cejas.
Modo de preparación
Mezcla 15 gotas de aceite de ajo, 20 ml de pantenol y 30 ml de aceite de ricino. Aplica esta mezcla en las pestañas y en las cejas de 3 a 4 veces por semana y verás los resultados.